Harry Potter the exhibition

23/01/2018

El año había empezado de forma muy emotiva, estaba a un paso de acabar mi carrera en la universidad y a escasos días de irme de España. Era una época de despedidas y sorpresas emotivas de mi familia y amigos. 

La mejor sorpresa fue la que me llevé por parte de mi madre, ella sabía perfectamente lo muchísimo que me gusta Harry Potter, y aprovechando la exhibición que se celebraba en Madrid en aquellas fechas, decidió llevarme. 

No podía estar más ilusionada y a la vez nerviosa por saber que era lo que me encontraría en dicha exposición. Al llegar, el ambiente era increíble, todo decorado con grandes carteles de Harry Potter y con la emoción de otros visitantes que sentían el mismo fanatismo por el mundo de J.K Rowling que yo. 

Las luces se apagaron y nos hicieron entrar en una sala donde podías encontrar una silla, y lo que era mejor... ¡el gorro seleccionador! Subían a 3 o 4 personas para decirles a que casa de Hogwarts pertenecían y por desgracia, como había mucha gente, no tuve esa suerte de que me tocara. El recorrido seguía con una sala donde te encontrabas en el anden 9 3/4 y el Hogwarts express que te llevaba directamente a las famosas habitaciones de los protagonistas de las películas, junto con sus uniformes y vestimentas más representativas. 

También podías encontrar ciertos elementos de las películas como la casa de Rubeus Hagrid y su sillón, un campo pequeño de Quidditch, elementos de todos los profesores de Hogwarts y otros accesorios importantes de todos y cada uno de los personajes de las películas. Al pasar una de las puertas, encontré una de las salas que más me gustaron: el increíble mundo oscuro de Voldemort con todos los Mortífagos y los horrocruxes. Sin duda fue una de mis salas favoritas. 

Para acabar, te llevaban a una simulación del gran salón de Hogwarts con las vestimentas del baile de navidad y los personajes de el cáliz de fuego, dicho incluido. A mi parecer fue bastante pequeña la exhibición, tal vez fue porque tenía las expectativas tan altas como las podría tener al ir a los estudios originales, pero dentro de lo malo, fue una experiencia alucinante que me llevo y acompañada de la persona que más quiero en este mundo, mi madre.