Visitando Los Países Bajos

17/02/2018
Como ya hablé en el post anterior, Los Países bajos tienen absolutamente todo lo que te puedas imaginar, desde museos, playas, islas, hasta festivales. En tan solo tres meses he tenido la oportunidad de visitar la mitad de los sitios mas bonitos del país y no puedo sentirme más orgullosa de ello, tanto, que me encantaría compartir cada lugar y cada rincón que visito de este país. 

Mi primera excursión tuvo lugar en la zona de la Haya, (South Holland). El primer lugar que visité fue Madurodam. Los países bajos en miniatura y el lugar perfecto para conocer todos los rincones de este país en tan solo un día. Si vienes con el tiempo justo y te apetece visitar todos los monumentos y reliquias de cada ciudad, este es el lugar adecuado. Aquí encontrarás diversas maquetas de todos los lugares, desde el aeropuerto, hasta las catedrales y puentes más impresionantes. Además tienes varias actividades relacionadas con las tradiciones de Los Países Bajos con las que podrás conocer, entender y disfrutar de el día a día de los neerlandeses. 

Tras pasar el día en Madurodam mi siguiente destino era la playa de Scheveningen, por un momento no sabía si estaba en California o en Holanda. La playa era enorme, con una gran variedad de lugares para comer y tomarse unas bebidas, además de una preciosa zona con atracciones. El ambiente que se respiraba en aquella playa hacía que me sintiese en New Jersey o California sin tener que salir de Europa. 

Por último y para los amantes del arte, mi última parada antes de volver a casa fue el museo Panorama Mesdag, a simple vista no es un museo que llame mucho la atención, el autor Hendrik Willem, se caracteriza por sus pinturas relacionadas con el mar y por tanto todas sus pinturas trataban sobre barcos o el mar. Personalmente no me llamó la atención, pues a pesar de que sus cuadros eran todos sobre la misma temática, no lograba encontrar un sentimiento o sentido en dichas pinturas. Mi opinión cambió por completo cuando al seguir el recorrido del museo, me dirigí a un pasillo en el que todo estaba completamente oscuro, lo único que se veía eran las señales que te dirigían a unas escaleras. Cuando subí las escaleras y llegue al destino, me quede completamente impresionada, fue como subir al paraíso. Lo que encontré fue un hermosa pintura de 120 x 14 metros y 360º sobre el pueblo de Scheveningen. La impresión que me dio fue completamente alucinante, no podía parpadear, parecía tan real que me sentía como si estuviese en ese lugar de verdad. El realismo que transmitía entre su forma de 360º, la luz y los elementos que le acompañaban, aportaban una realidad que hacía que ese lugar cobrara vida. Sin duda una de las cosas más bonitas que he visto en mucho tiempo. 









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