Visitando Los Países Bajos: Un miércoles en Edam

11/07/2018
No hay nada como despertarse un miércoles e irse de visita a un lugar nuevo de Los Países Bajos. Daba igual el cansancio, quería disfrutar muchísimo de mi última visita turística en este país hasta después del verano. Como soy una gran fanática del queso y de los lugares de fábula, la excursión fue a Edam, una increíble y pequeña ciudad medieval que parecía sacada de un cuento, de la que es bastante famoso su queso, el queso Edam. 


La primera parada de este bonito día fue al mercado del queso. Durante los meses de julio y agosto, los miércoles, tienes la oportunidad de disfrutar de una demostración sobre como era el mercado del queso en la Edad Media. Era bastante curioso ver como transportaban los quesos, algunos eran llevados en caballo y otros eran transportados por dos hombres con una cuerda atada al cuello que sujetaba la plataforma de madera donde se encontraban los quesos. Una vez cogidos, los llevaban al mercado donde los pesaban y comprobaban si estaban en las condiciones adecuadas para ser vendidos y exportados. Me llamó mucho la atención la forma de negociar el precio de los quesos, se realizaba a través  de un juego de choque de manos, hasta llegar a un acuerdo por parte del vendedor y comprador. Durante dicha recreación, también podías probar el delicioso queso Edam, además de comprarlo en los puestos que se encontraban alrededor. 


Tras el mercado, fui a dar una vuelta por la ciudad y para mi sorpresa, me encontré una tienda cuyo exterior llamaba la atención por su color rosa. Te llamaba a entrar y a descubrir el paraíso que se encontraba en su interior. Entré y me quedé totalmente enamorada, era una tienda llena de caramelos. Podías encontrar desde diferentes tipos de caramelos y chocolates hasta VINO DE CHOCOLATE. Creo que si el paraíso existiera, sería como esa tienda, me sentía como una niña pequeña llena de felicidad. Aproveché y me compré una cesta con surtidos de los diferentes chocolates de la tienda, además de otros dulces que tenía curiosidad por probar. La tienda se llama Chocolaterie 't Snoepwinkeltje Edam y se encuentra en la calle Spui 4, 1135 BA Edam. 

Si por mi fuese, podría vivir en esa tienda, pero quería aprovechar el día y conocer más sitios de Edam. Me fui a una de las plazas, donde encontré el museo más antiguo de Edam, el cual destacaba -personalmente- porque el edificio estaba inclinado. Dentro podías encontrar las reliquias de la ciudad como pinturas, cerámica, construcciones navales... como también las condiciones de vida de la nobleza, ya que en su interior, se hallaba una de las casas más antiguas de Edam. Me llamó la atención que una de las habitaciones de la casa que se encontraba en la planta de abajo, flotara sobre el agua, es decir, sentías como se movía dicha sala o habitación por el movimiento del agua. También, dentro del edificio sentías una sensación muy extraña e incomoda que no sabría como describir, debido a la inclinación de la casa. Sin duda un lugar que recomendaría visitar si tienes tiempo y curiosidad y dispones de una tarjeta de museos. 

Tocaba volver a casa a descansar tras un gran día rodeada de queso, dulces y museos. Fue un día encantador visitando esta preciosa ciudad, me quedé enamorada de sus calles, sus casas y sus canales. Sin duda este país cada día me sorprende mucho más, todo son sorpresas y aventuras con impresionantes lugares y anécdotas que jamás olvidas. No puedo sentirme más afortunada de estar viviendo aquí. 





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