Ibiza 2019

06/08/2019
Estaba pasando por una situación delicada, ya que se avecinaban cambios en mi vida y no sabía que era lo que iba a pasar, por eso, cuando recibí la noticia, no dudé ni dos veces en decir que si. Un miércoles tranquilo, me llegó un mensaje proponiéndome ir a Ibiza un par de días y la verdad, aunque fuese poco tiempo, no podía perdérmelo. Llevaba dos años sin visitar la isla bonita, la isla que me cautivó aquel verano. Se trataba de un viaje express pero estaba muy feliz de poder volver. 


Me levanté a las cinco de la mañana para ir al aeropuerto, no estaba nada cansada, al revés, no podía esperar a llegar. Cuando llegué, deje las cosas en el hotel y fui a visitar el centro de Ibiza, que aunque ya lo conocía, quería andar por sus calles una vez más. Después del paseo y el desayuno, me fui a la piscina del hotel, que al estar en la terraza, tenía unas vistas impresionantes. Por la tarde, me di una ducha y fui a Playa d´en Bossa, la zona de las discotecas como Ushuaïa, Hï, entre otras más. Los recuerdos se apoderaron de mi mente, estaba muy contenta, pero al a vez muy nostálgica, ya que echaba de menos aquel verano. La noche se iba acercando, y era la hora de ir a la fiesta de Resistance. La fiesta se celebraba en la discoteca Privilege, vi a varios Djs, pero lo que más esperaba era el B2B de Enrico Sangiuliano con Adam Beyer, un set de 3 horas que me dejó completamente alucinada. Fue una de las mejores noches y uno de los mejores sets que había visto y vivido en mi vida. 


Al día siguiente, me desperté sin nada de resaca y con mucha energía, sin duda, Ibiza me daba la vida. Para variar y aprovechar la mañana, me subí a la piscina del hotel, hasta que decidí ir a dar un paseo por ibiza y su puerto. A la noche, cené en el restaurante del hotel, el cual, tenía unos platos increíblemente buenos, me di una ducha y me preparé para la última noche en el paraíso. Esa noche me invitaron a Hï Ibiza, a la fiesta de Armin Van Buuren, la verdad, me trataron como una reina, no me faltó de nada, copas, backstage, y un sin fin de diversion. La discoteca estaba realmente llena, pero eso no quito que no disfrutara de mi ultima noche. 


Antes de que acabara la noche, tuve que irme al hotel a recoger mis cosas e irme hacia el aeropuerto, ya que tenía el vuelo de vuelta a Madrid demasiado pronto. Estaba triste por tener que abandonar la isla, pero fueron dos días increíbles. Ibiza cada año me enamora más y tengo claro que el verano del año que viene volveré. 


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