Decibel 2017

18/08/2017

Este verano está siendo alucinante y como no podía ser menos, tenía que ir a mejor. Con la llegada de agosto, se acerca uno de los mejores festivales del verano: Decibel. Este festival se podría definir como el festival de los colores, todo es muy colorido y el lugar donde se celebra parece sacado de un cuento. 

Después del acierto en ir el año pasado, necesitaba repetir la experiencia, pero esta vez, fue muchísimo mejor. Este año iba con gente totalmente diferente y sobretodo con una gran amiga. Al juntarme con esta amiga todo cambió y es que, lo que no sabíamos era todo lo que se nos venía encima a partir de este festival. 

Unos días antes de poner rumbo a Holanda para ir al festival, estuvimos juntas en su casa preparando todo para que el viaje saliera perfecto. Los nervios nos podían y estábamos deseando llegar y ver que pasaría allí. 

Llegamos al festival, montamos la enorme tienda de campaña que teníamos para las dos y comenzamos la fiesta. El primer día fue alucinante, entre la música y la gente nos sentíamos realmente bien, creo que jamás nos lo hubiéramos pasado tan bien como esa noche, aunque, lo que no sabíamos era, que lo mejor estaba por venir... 

Al día siguiente nos levantamos con mucha energía y nos fuimos a preparar para el gran día. De camino al festival, estábamos muy emocionadas y es que, una de las cosas que más llaman la atención de Decibel es la ubicación, tienes desde una playa, hasta un bosque, donde se encuentran todos los escenarios. 

Recorrimos todos los escenarios para ver como eran  y que ambiente había en cada uno de ellos y, por supuesto, vimos a artistas como Devin Wild, Sub Zero Project, Clockartz, entre otros muchos... Fue toda una aventura de festival y vivimos grandísimos momentos con gente muy especial. 

El festival acabó genial, fueron tres días llenos de recuerdos y aventuras que jamás olvidaremos. Era una sensación agridulce, por un lado, queríamos irnos para poder ir al siguiente festival, pero, por otro necesitábamos quedarnos y volver a repetir todo lo que sucedió. 

Estaba muy cansada y contenta a la vez ya que al llegar a casa me tocaba volver a hacer la maleta ya que al día siguiente tocaba coger otro vuelo a Ibiza y descansar del festival en la playa. Sin duda, Decibel es uno de mis festivales favoritos, y todo lo que ocurre allí suele ser tan impredecible que produce una sensación de adrenalina y emoción enorme.