Q-base 2017

09/09/2017

El verano estaba llegando a su fin, era hora de despedirse del sol, del calor y sobretodo de los festivales al aire libre. Como es de costumbre, la mejor forma de decir adiós a la temporada de festivales es en el Q-base, un festival outdoor de hardstyle que se celebra en Weeze (Alemania). 

Tenía ganas de que llegara  este festival, aunque no sabía muy bien que esperar. El verano fue demasiado épico y tenía miedo de que este festival no superara las expectativas que tenía después de lo sucedido en los otros festivales. Acababa de volver de Ibiza y había empezado las clases, por lo que esta mini-escapada era una forma forma de abrir los ojos y volver a la rutina. 

Cogí mis cosas y puse rumbo a Alemania a vivir la última aventura del verano. Al llegar me di cuenta de donde estaba y los nervios empezaron a apoderarse de mi. Cuando entré al recinto junto con mi amiga, nos recorrimos todos los escenarios y nos quedamos con el camino para ir de un escenario a otro, ya que, este festival es bastante lioso. El año pasado tuve la desgracia de perderme y no encontraba los lugares a los que quería ir, por lo que este año no quería que esa anécdota se repitiese. 

Vimos a muchos artistas de diferentes estilos musicales, algunos eran nuestros favoritos y otros no les conocíamos mucho, pero era la mejor forma de ampliar nuestra cultura musical dentro del genero del hardstyle. 

Según avanzaba el festival, se iba volviendo más y más épico, ya no solo por todo lo que estábamos viendo y escuchando, si no por todas las cosas que nos estaban sucediendo. Fue un festival increíble, rodeado de gente muy especial. Sin duda alguna, el Q-base se había convertido en uno de mis festivales favoritos del año.