Bienvenidos al mar naranja: Kingsday 2018

27/04/2018
Quien iba a decirme, viniendo del país del que vengo, que celebrar el cumpleaños del Rey iba a ser algo tan impresionante como lo es en Los Países Bajos. Desde 1885, se celebra en este país el cumpleaños del Rey o la Reina, dependiendo de quien se encuentre en el Trono. Desde hace 4 años, el 27 de abril, tiene lugar el Koningsdag, la celebración de cumpleaños del Rey Guillermo Alejandro, actual Rey de Los Países Bajos. 

Desde hace unos años, siempre he tenido la curiosidad de vivir esta bonita tradición, pues lo celebran de una forma tan alegre y divertida, que nunca imaginarias que celebrar un cumpleaños de alguien de la realeza fuese algo tan especial. Todo se vuelve de color naranja y la gente sale a la calle a celebrar, encontrando en cada esquina varias fiestas con diferentes dj´s. 

Era mi primer Kingsday y había tantas formas de celebrarlo, que no sabía como organizarme ese fin de semana. Mi idea era celebrarlo como todo el mundo lo celebra aquí, saliendo a la calle o yendo a los canales a festejarlo en buena compañía y con buena bebida, pero, también me apetecía vivirlo en algún festival. Con suerte, pude celebrarlo de ambas maneras. La noche del 26 de abril se celebraba el kingsnight, la noche previa al cumpleaños del Rey, esa noche decidí irme con mis amigas a Utrecht a celebrarlo. Cuando llegamos al centro de la ciudad nos quedamos alucinando, parecía un mar naranja, todo el mundo llevaba ropa, accesorios y muchas más cosas de color naranja. Fuimos a una plaza al lado de la zona de la universidad en la que había un pequeño escenario con mucha gente joven y muy buena música. Cogimos nuestra bebida y nos unimos a la gente, fue una noche impresionante, parecía una mezcla entre típica fiesta universitaria estadounidenses y las fiestas de tu pueblo. Cuando la fiesta en aquella plaza acabó, decidimos irnos a varios bares ya que la celebración continuaba en los bares y clubs de la zona. 

Al día siguiente, con una de las peores resacas de mi vida, me levanté lo más pronto posible y me preparé para celebrar el día del Rey de la segunda forma que más ganas tenía de celebrar, en un festival. 
Puse rumbo a Enschede, donde se celebraba el festival Hardfest, pase allí unas escasas horas. A pesar del cansancio y la resaca me lo pasé genial. Después de ese festival me dirigí a Arnhem, una de mis ciudades favoritas de Los Países Bajos, al segundo festival, Beat The Bridge. Se celebraba debajo de un puente, algo que me llamaba mucho la atención, y algo que hacía al festival, un evento especial. Cada vez me encontraba mejor y menos cansada y pude disfrutar  al 100%, pero a pesar de que tenía muchas ganas de ese plan, sin duda, celebrar ese día en la calle y los canales con amigos era muchísimo mejor.  

Para ser mi primer Koninsdag, fue una experiencia espectacular. Ver a todo el mundo de naranja, en las calles y en los bares festejando, es un hecho que hace que te quieras unir  y pasártelo tan bien como ellos, aunque no seas Holandés/a. 


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