Fair Fashion Festival


06/10/2018
Desde que empecé mi aventura viviendo en Los Países Bajos, he viajado, he conocido mucha gente y he hecho cosas que nunca antes había hecho. Aquí, he aprendido que nunca sabes que oportunidades o experiencias te esperan si te niegas a hacer cosas o dices que no. Era un viernes noche, cuando me comentaron la noticia de que había un desfile de moda en octubre que se celebraba en Utrecht y que si estaba interesada en participar. Al principio no supe bien que decir, me bloqueé pues era la primera vez que me ofrecían una cosa así, pero me di cuenta de que era una anécdota que, saliera bien o mal, tenía que tener en mi vida. 

Me presenté al casting y no sabía bien que esperarme de aquella situación. Tomaron mis medidas y me hicieron desfilar en solitario y en grupo. Cuando terminó la prueba nos comentaron a todos los que nos presentamos al casting, que en las próximas semanas se pondrían en contacto con nosotros para darnos detalles sobre los ensayos y sobre el desfile. Una de las diseñadoras del desfile de la marca Eco Textile Studio, se acercó a nosotros y empezó a decir que había hecho ella una selección a parte, de las seis chicas que más le habían gustado, para llevar unos vestidos de su marca que iban a ser diseñados y hechos para el desfile. Una de esas seis chicas fui yo. 

El día del desfile había llegado. Ibamos a desfilar en una de las iglesias que se encuentran en Utrecht, algo que le daba un toque especial al desfile. Sabía la ropa que iba a llevar, ya que tuvimos la prueba de vestuario una semana antes del desfile, pero aun no había visto el vestido de la diseñadora que iba a llevar. Estaba muy nerviosa y emocionada por ver mi vestido. Cuando llegué a la iglesia para hacer el ensayo general antes del desfile, allí estaba la diseñadora con los vestidos. Nos llevó a una sala a parte para probárnoslo y ver si necesitaban algún cambio. Todos y cada uno de los vestidos eran preciosos, pero cuando vi el mío, me quedé totalmente enamorada. Me sentía como una princesa con el vestido tan bonito que había diseñado. 
El desfile comenzó y yo llevaba prendas de varias marcas, una camiseta de la marca Eljada Fair Fashion y una chaqueta de la marca Goodfibrations, a parte del vestido de Eco Textile Studio. Todo fue perfecto, debido a las prisas con los cambios de ropa de una marca a otra, pudimos repetir el primer show para que hubiera tiempo para todo. El ambiente era bastante bueno, pero lo que de verdad esperaba era el show final, el desfile con el vestido de Eco Textile. Llegó el momento, el final del desfile, pusieron la música lenta que acompañaba con el ambiente de iglesia, salimos las seis chicas con nuestros vestidos, la interpretación que le pusimos hizo que la expectación del público fuese todavía más grande.  Fue alucinante, cada vez que recuerdo aquel momento se me pone la piel de gallina. 

Cuando acabó el desfile, salimos a hacernos fotos con los diseñadores, estaba lleno de fotógrafos, tantos, que ya no sabía donde mirar. Fue una experiencia impresionante y le estaré eternamente agradecida a los organizadores del desfile, por el trato y el cariño, a la gente que conocí allí, pero sobre todo a Eco Textile Studio por hacerme sentir como una verdadera princesa con ese impresionante vestido que llevé. 






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