Querido 2019
Toca despedirse de otro año que se va, pero también de darle las gracias por todo lo que nos ha dejado o aportado. Hay que decirle adiós a este 2019, el año en el que más he escuchado decir un: Que huevos le has echado Irene. Empezó bien, tranquilo, en el país de mis sueños, rodeada de gente que me importa, y en mente, las personas que estaban lejos de mi en España. Se estaba acabando mi año de Au Pair y tocaba empezar a buscar casa y trabajo nuevo, ya que no quería volver a Madrid. A los pocos días comenzó el agobio y un poco la ansiedad y el miedo. No quería volver y necesitaba encontrar algo, pero la cosa estaba muy complicada, no podía trabajar de lo mío ya que no tenía un nivel alto de Holandés, y eso me deprimió un poco. No me rendí, a pesar de que sabía que no haría lo que más quería, no me rendí, seguí buscando, tanto casa como trabajo. El tema de la casa fue mucho más complicado, o las casas eran muy caras o no se ajustaban a lo que buscaba. A una semana de acabar como A